SEMANA DE LA SALUD Y LAS ARTES 2023

Rapsodia neuroanatómica

El viaje del sonido comienza en el oído y recorre diferentes estaciones hasta llegar a la corteza cerebral. Cada estación aporta mayor complejidad. El sonido se procesa en ambos hemisferios: en el izquierdo (HI) se procesan los ritmos, en el derecho (HD), los tonos. ¿Querés saber de qué manera esto se relaciona con la experiencia musical tal como la percibimos?


¿Por qué la música puede evocar tantas emociones? ¿Cómo es posible que una melodía lenta y triste provoque sentimientos melancólicos, mientras que una canción rítmica y enérgica genere felicidad? Como una rapsodia, hecha de distintas partes que se integran, el cerebro musical funciona a partir de la coordinación de distintos circuitos y redes. Con la música, la corteza cerebral se pone a trabajar de manera asombrosa. Tiene dos caminos: uno que reconoce el qué está sonando y otro que reconstruye el cómo está sonando. El área motora y los ganglios basales también se involucran para que los movimientos del cuerpo coordinen con lo que está sonando.

La música que nos gusta hace que nuestro cerebro libere sustancias químicas que nos hacen sentir bien, ¡incluso puede provocarnos estremecimientos o piel de gallina! Y aquí viene algo interesante: la música de la adolescencia deja una huella especial en el cerebro.

Un estudio demostró que, para la mayoría de las personas, el tipo de música que provoca más placer es aquella escuchada en la secundaria, durante el momento de mayor desarrollo una parte del cerebro vinculada al placer y la recompensa, denominado núcleo accumbens.

Otro dato curioso. Al componer o improvisar música, el cerebro trabaja en conjunto de manera única. Necesita cooperación entre diferentes redes cerebrales para ser creativo. Una parte del cerebro (la del censor interno) se apaga, mientras que otra (asociada al pensamiento espontáneo y creativo) se enciende.

La música es un estímulo increíble. Despierta la actividad neural de distintas áreas que aunque parezca que no tienen relación, al trabajar en conjunto ¡crean el efecto brillante de la experiencia musical! Tan emocionante y tiene tanto que ver con el cerebro.

En el siguiente video, Mariana Bendersky, neuroanatomista, docente de anatomía e investigadora en el Laboratorio de Anatomía Viviente de la Facultad de Medicina de la UBA y en la Unidad de Estudios en Neurociencias y Sistemas Complejos (ENyS, CONICET-HEC-UNAJ), explica el fenómeno de la música desde las neurociencias.

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