SEMANA DE LA SALUD Y LAS ARTES 2023
El olfalto y el gusto
Nuestra aproximación al conocimiento del mundo
A lo largo de la historia, los filósofos y artistas se preguntaron cómo influyen los sentidos en nuestras vidas.
Comencemos con Epicuro, un antiguo filósofo griego que vivió hace unos 300 años antes de Cristo. Para él, ver, tocar, oír, saborear y oler eran la clave para comprender el mundo que nos rodea.
Avanzamos en el tiempo y llegamos a San Agustín, un filósofo y teólogo que vivió unos 400 años después de Cristo. Para él, los sentidos podían llevarnos por un mal camino, eran la causa del pecado.
¿Cómo es que estos dos pensadores pudieron tener visiones tan diferentes?
En el siglo XVII, durante el período Barroco, se creía que el mundo sensible era bello y que percibirlo proporcionaba placer, pero al mismo tiempo corrompía el alma.
Hoy en día, comprendemos mejor la importancia de los sentidos, no solo en la percepción del mundo, sino también en la forma en que interactuamos con el entorno en nuestra experiencia diaria.
Sabemos que Epicuro tenía razón en un aspecto importante: el gusto es fundamental no solo para disfrutar de la comida, sino que también fue clave para la especie en la elección de los alimentos.
Algo similar sucede con el olfato. Un buen aroma puede hacernos sonreír y evocar recuerdos agradables, mientras que un olor desagradable puede arruinar nuestro día. ¿Por qué alteran los olores nuestras emociones? Porque los aromas se procesan en una parte del cerebro que está directamente relacionada con nuestras emociones y recuerdos.
En el siguiente video, Gabriela Hermitte, investigadora del CONICET y docente de neurociencias de sistemas, explica qué lugar ocupan los sentidos en la percepción del mundo.