SEMANA DEL CEREBRO

Un equipo de investigación indaga en las redes neurales asociadas al consumo problemático del alcohol

Estudiar los patrones de conectividad neuronal intrínsecos y activados por tareas puede proporcionar información esencial sobre los mecanismos que subyacen a la recuperación natural de bebedores problemáticos y la ventana de tiempo sensible en la red cerebral. Esta investigación podría mejorar el diagnóstico del consumo problemático y ayudaría a realizar intervenciones psicoterapéuticas adecuadas.


El trastorno por consumo de alcohol (TCA) es una afección psiquiátrica grave que puede generar importantes consecuencias adversas. Sin embargo, más del 70% de los adultos que abusan del alcohol durante la adultez temprana y media se recuperan de manera espontánea sin tratamiento. Las redes en estado de reposo (DMN por sus siglas en inglés) pueden servir como biomarcadores de la integridad de la red neural involucrada en este tipo de comportamiento adictivo, así como también podrían ser indicadores cognitivos relacionados al consumo de alcohol el control atencional, la regulación emocional y el craving suscitado por estímulos relacionados con el alcohol.

Craving es un término en inglés que se refiere a un intenso deseo o ansia de consumir una sustancia, en este caso, alcohol. Este deseo puede ser desencadenado por una variedad de estímulos relacionados, como ver una botella de alcohol, estar en un lugar donde se solía beber o experimentar emociones asociadas con el consumo de alcohol. El craving puede ser una parte significativa del proceso de adicción al alcohol y puede ser difícil de controlar para las personas que luchan contra la dependencia del alcohol. La investigación se propone estudiar longitudinalmente a los bebedores problemáticos que no buscan tratamiento para identificar los mecanismos cognitivos y neurales que podría explicar su recuperación espontánea.

“Nuestra principal pregunta es: ¿qué características presentan los pacientes que tienen un consumo de alcohol problemático?”, explica Lucía Alba-Ferrara, investigadora adjunta del CONICET que lidera este equipo en la Unidad Ejecutora de Estudios en Neurociencias y Sistemas Complejos (CONICET-Hospital El Cruce-Universidad Nacional Arturo Jauretche). “Estas personas toman alcohol en exceso y esa ingesta de alcohol les empieza a repercutir negativamente en sus actividades de la vida diaria, como pueden ser su trabajo, sus estudios o su vida familiar. Para eso lo que hacemos en el laboratorio es tomar algunas variables psicológicas, como pueden ser la toma de decisiones, la regulación emocional y otras variables como las funciones ejecutivas en general, y también tomamos imágenes cerebrales por resonancia magnética, tanto estructurales como funcionales”. Lo que se propone el equipo es favorecer la prevención, y a la vez hacer un pronóstico de cuáles de estas personas que tienen consumo problemático de alcohol terminarán teniendo un trastorno por abuso de sustancias y cuáles se recuperarán espontáneamente.

Para asegurar la precisión de las imágenes funcionales, se propone a los sujetos no sólo percibir los estímulos que presentamos en el resonador, sino también responder a ellos. Esto nos permite evitar cualquier tipo de distracción o cualquier tipo de activación del cerebro que no corresponde a los estímulos que presentamos y además permite obtener algunos datos de conducta como la velocidad de respuesta o la precisión de la respuesta. Toda esta información será utilizada para analizar variables atencionales y conductuales que podrían indicar alteraciones en los circuitos asociados al consumo problemático.

Estudiar los patrones de conectividad neuronal intrínsecos y activados por tareas puede proporcionar información esencial sobre los mecanismos que subyacen a la recuperación natural y la ventana de tiempo sensible en la red cerebral. Se espera que esta investigación permita mejorar el diagnóstico del consumo problemático y permita realizar intervenciones psicoterapéuticas adecuadas.

El equipo se encuentra reclutando sujetos voluntarixs. Si te interesa sumarte, podés inscribirte en el siguiente enlace. El estudio se realiza en el Hospital El Cruce, de Florencio Varela y consiste en una resonancia magnética cerebral para la que se utiliza la última tecnología médica, una breve entrevista y algunos cuestionarios informativos. ¿Quienes pueden participar? Hombres y mujeres sanos de entre 18 y 60 años de edad. El tiempo estimado de duración de la participación es de 1-1:30 h.