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Octavo encuentro del ciclo virtual “Cerebro y Mujer II: Mitos, Realidades, Distintas Perspectivas”

Participaron, la periodista científica Valeria Román; la periodista e investigadora María Pessina; la subsecretaria de Planeamiento del Ministerio de Educación Gladys Kochen y la diputada nacional Carolina Gaillard. El próximo encuentro será el 15/10 a las 18.


Fuente: CONICET

Se llevó adelante el octavo encuentro del ciclo virtual “Cerebro y Mujer II: Mitos, Realidades, Distintas Perspectivas”, organizado por la Unidad Ejecutora de Estudios en Neurociencias y Sistemas Complejos (ENyS, CONICET-HEC-UNAJ) y la Red Argentina de Género, Ciencia y Tecnología (RAGCyT).

Para ver el octavo encuentro virtual completo, haga click aquí.

Valeria Román, periodista científica en Infobae y ex vicepresidenta de la Federación Mundial de Periodistas Científicos, fue la encargada de la primera charla:

“Las lecciones de la pandemia para el periodismo y los medios de comunicación”

Con una trayectoria de más de 25 años, Valeria Román destacó la influencia de la RAGCyT en su carrera: “Me hizo mirar tanto al periodismo al interior de las organizaciones de los medios de comunicación como a las coberturas periodísticas desde una perspectiva de género ya que en mis comienzos eso era mucho más reducido”.

Durante su charla, la periodista científica narró experiencias y aprendizajes que ha vivido como mujer periodista durante la pandemia. “La pandemia es un fenómeno complejo y multidimensional y creo que desde los medios de comunicación estos fenómenos se abordan de una manera muy reduccionista. Esta pandemia los periodistas de ciencia la estamos tratando de abordar desde esa complejidad y estamos mejorando, consultamos muchos más a investigadores e investigadoras de todo el país que con la pandemia están más abiertos a comunicarse con los medios de comunicación y a responder de manera rápida”.

Después de remarcar la importancia del rol de las y los periodistas científicos para comunicar temas de ciencia y salud, señala: “Otro punto son los falsos balances -que el virus existía o que no existía, por ejemplo- que hacen los medios. Tenemos que trabajar desde los medios de comunicación, hay que mejorar la capacitación en los falsos balances”.

Para finalizar, Valeria Román hace hincapié en los mecanismos de verificación de la información: “Aún cuando la Organización Mundial de la Salud ha dicho que hay infodemia creo que los periodistas hemos aprendido a colaborar más entre nosotros como para chequear mucho más la información antes de darla a conocer”.

Luego, desde Ecuador fue el turno de María Pessina, FLACSO Ecuador, RedCiteg, presidenta del Congreso Ciencia, Técnica y Género 2021, quien brindó una charla sobre:

“Mujeres en la ciencia y la blanquitud”

“A lo largo de la historia, las mujeres científicas han sufrido discriminación en el campo de las ciencias “duras”. El género, en este caso, ha establecido un parámetro de exclusión o invisibilización que ha sido estudiado en las Ciencias Sociales”, explica Pessina.

Y continúa: “Lo que quiero reconocer en estas indagaciones es que el género no es lo único que establece una jerarquía y una identidad social. Propongo que la clase y la raza interfieren en la naturalización de privilegios como pasa con las relaciones de género como así también con las intersecciones de clase, raza y género”.

En este sentido, Pessina teoriza y afirma: “La raza y la clase afectan el poder que las mujeres científicas podrían alcanzar en estos espacios androcéntricos, y por ello, estarían desarrollando un proceso de “blanquitud” como una estrategia. Por lo tanto, la “blanquitud” no es un principio de una identidad de orden racial. Incluye por necesidad de la coyuntura histórica rasgos étnicos de la blancura del hombre blanco como señala Bolívar Echeverría, filósofo ecuatoriano, en su mirada crítica sobre la modernidad”.

Luego se centra en el hombre blanco como el modelo de supremacía en el ámbito público y por ello, una estrategia de vida o de supervivencia sería esa “blanquitud” “como suponemos que sucede con las mujeres científicas y su acoplamiento como un pacto implícito en los ecosistemas científicos que se centran en el habitus masculino”.

Y concluye: “Es necesario seguir explorando una lectura sobre el análisis interseccional de la producción del conocimiento científico otorgándole igual valor a las identidades de las mujeres que constituyen el género, la raza y la clase”.

Desde el campo de la educación, Gladys Kochen, subsecretaria de Planeamiento del Ministerio de Educación de la Nación, expone acerca del:

“Planeamiento educativo con perspectiva de género”

Luego de definir planeamiento educativo como un acto técnico político enmarcado en un proyecto de gobierno, indispensable para la implementación de políticas públicas que den respuesta a los principales objetivos educativos y de exponer acerca de los dos modelos de planeamiento educativo, el normativo y el estratégico situacional, avanza sobre los cambios que introduce la perspectiva de género en el planeamiento en la política pública

“Por un lado, la temática de género generó una cuestión de transversalidad que afecta a la totalidad de las políticas públicas que son parte de la agenda de planeamiento y sus etapas (diseño, implementación, monitoreo y evaluación); la resignificación del diseño e implementación ya que el concepto de igualdad de género, entendida como igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades para con las mujeres y colectivos LGBT+. Y por último, sin lugar a dudas en el campo educativo ha generado la inclusión necesaria para un nuevo eje de planificación. Hoy en el Ministerio de Educación de Argentina y en la región ya nadie discute si es necesario que existan políticas y programas destinados a trabajar sobre múltiples discriminaciones y sobre múltiples temas y entre ellos, la temática de la discriminación a la mujer. Asimismo, destaca la normativa internacional de la UNESCO y de la ONU en materia de género”.

Posteriormente, la especialista, menciona el retroceso en materia de igualdad de género y derechos de las mujeres durante la pandemia e hizo hincapié en prioridades planteadas por ONU-Mujeres para mitigar el impacto de la crisis de la COVID-19 sobre las mujeres y las niñas y subrayó dos: “Promover que las mujeres y las niñas lideren y participen en la planificación y la toma de decisiones de la respuesta a la COVID-19 y garantizar que los datos y mecanismos de coordinación incluyan la perspectiva de género”.

“Los cambios en educación frente a las demandas de la sociedad no son automáticos. Hay avances importantísimos sin embargo el impacto de dichas transformaciones en las prácticas institucionales y la sociedad civil aún encuentra resistencias, también en el ámbito educativo, generando procesos de marcha y contramarcha en la conquista de nuevos derechos. En este sentido, las nuevas generaciones son un actor clave para hacer cumplir los marcos normativos vigentes y en impulsar cambios culturales”, concluye Gladys Kochen.

Finalmente, Carolina Gaillard, diputada de la Nación, expuso acerca de:

“Ley de Cannabis, situación actual: el rol de las Diputadas en su sanción”

“Hoy si tenemos la Ley 27.350 es por la lucha de un montón de madres y familiares que vinieron al Congreso a pedirnos que el cannabis medicinal sea legal pero si tenemos reglamentación de la ley es porque Silvia Kochen motorizó la Red de Cannabis Medicinal del CONICET para que podamos trabajar en la aplicación efectiva de la ley vigente que había sido restringida por el gobierno anterior”, señala Gaillard.

Luego de narrar el recorrido de la lucha conjunta entre diputadas, madres, familiares e investigadoras e investigadores para conseguir la Ley 27.530, la diputada puntualiza acerca de la siguiente lucha: “Obviamente que esta ley no es suficiente porque fue concebida de manera restrictiva y todo lo que es el desarrollo productivo no está permitido ya que no hay marco legal para el desarrollo productivo en nuestro país por eso estamos trabajando con Silvia Kochen, el CONICET y las distintas organizaciones por una ley que ya tiene media sanción del Senado que establece un marco legal para el desarrollo productivo. Es decir, que en nuestro país se pueda desarrollar una industria del cannabis para garantizar el acceso al derecho humano a la salud y a la vez garantizar que se genere una industria, puestos de trabajo, divisas a través de la exportación y teniendo en cuenta toda la capacidad instalada en nuestro país, las condiciones que tenemos, las y los investigadores y la capacidad científico tecnológica podemos desarrollar una industria de avanzada que tiene un potencial enorme a nivel mundial”.


Noveno encuentro, viernes 15 de octubre 18