La Red de Cannabis de Uso Medicinal e Industrial (RACME), creada en el ámbito del CONICET, surgió como respuesta a la demanda de pacientes con epilepsia refractaria y otras condiciones médicas, quienes, ante la prohibición del cannabis, buscaron alternativas terapéuticas basadas en evidencia científica. Impulsada inicialmente por investigadores del sector científico y universitario, profesionales de la salud, familias, cultivadores, ONG's, legisladores, entre otros, la RACME se consolidó como un espacio transdisciplinario. Su trabajo fue clave en la aprobación de la Ley 27.350, aportando insumos técnicos para su reglamentación con enfoque en derechos humanos y acceso inclusivo. La Red generó evidencia científica en áreas como epilepsia, dolor crónico y seguridad de derivados cannabinoides, promoviendo además investigaciones preclínicas, clínicas y veterinarias. Su modelo colaborativo facilitó la articulación entre instituciones públicas (MINCyT, INTA, universidades) y la sociedad civil, impulsando capacitaciones, guías técnicas y producciones culturales como el documental Cannabis Medicinal. Hoy, con más de 700 miembros, la RACME funciona mediante comisiones especializadas (investigación, producción, legales, etc.), abordando diferentes desafíos en la temática. Su experiencia demuestra cómo la ciencia puede responder a urgencias sociales mediante cooperación intersectorial, reduciendo estigmas y promoviendo políticas públicas basadas en evidencia. Futuros objetivos incluyen profundizar las investigaciones, expandir aplicaciones económicas y fortalecer redes locales.
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