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CIENCIA Y ARTE
Cuarto encuentro del ciclo virtual “Cerebro y Mujer II: Mitos, Realidades, Distintas Perspectivas”
Del mismo participaron la presidenta del CONICET y la RAGCyT, Ana Franchi; la socióloga y ensayista, María Pía López y la astrofísica del CONICET, Gloria Dubner. El próximo encuentro será el 30 de julio a las 18h.
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Se llevó adelante el cuarto encuentro del ciclo virtual “Cerebro y Mujer II: Mitos, Realidades, Distintas Perspectivas”, organizado por la Unidad Ejecutora de Estudios en Neurociencias y Sistemas Complejos (ENyS, CONICET-HEC-UNAJ) y la Red Argentina de Género, Ciencia y Tecnología (RAGCyT).
Para ver el cuarto encuentro virtual completo, haga click aquí.
Ana Franchi, presidenta del CONICET y de la RAGCyT, fue la encargada de la primera charla.
“Las mujeres en la ciencia: ¿un camino es árido y desalienta?”.
“Las mujeres ganan uno de cada veinte premios Nobel. De todas las personas que se dedican a la ciencia el 28% son mujeres y esto no es igual en todos los países del mundo. En Argentina el 53% de las personas que se dedican a Ciencia y Tecnología son mujeres. ¿Entonces de qué nos quejamos? ¿Somos muchas, pero dónde estamos?”, sostuvo la presidenta del CONICET.
Luego de aportar cifras acerca del aumento sostenido de investigadoras y becarias en el CONICET a partir del año 2010, Franchi explicó: “Somos muchas investigadoras y becarias pero todavía no ocupamos los lugares que ocupan los varones con carreras que son similares. ¿Qué pasa en los cargos directivos? Solo el 25% de las Unidades Ejecutoras están dirigidas por mujeres. En el Directorio del CONICET de las 9 personas nunca hubo más de 3 mujeres. En cuanto a presidentas soy la segunda presidenta del CONICET en 63 años”, sostuvo Franchi. Además, remarcó que en las universidades las rectoras representan solo el 10,52% del total de las autoridades en dicho cargo a nivel nacional, considerando las universidades públicas nacionales del país. El porque se encuentra en la diferencia salarial entre hombres y mujeres, en el sesgo en la financiación y en la visibilidad, en la percepción de competencia, el trabajo de las mujeres se cita menos, los estereotipos de género y el acoso sexual”, remarcó Franchi, quien detalló cada tema.
En este sentido, la presidenta del Consejo mencionó algunas de las acciones que se llevan adelante para favorecer la promoción de las mujeres dentro de la Carrera del Investigador: “Hay equidad de género en todos los jurados del concurso, se han extendido los informes que se realizan anual o bienalmente por licencias por maternidad. Asimismo, en 2017 se ha creado un Observatorio de Violencia Laboral y de Género que fija las pautas de intervención y abordaje de violencias y tiene un protocolo de actuación. Además, el año pasado se creó la Red Federal de Género y Diversidades del CONICET que va a establecer un mapa federal e interdisciplinario de investigadores/as que problematizan problemáticas de género y diversidades a elaborar y evaluar políticas públicas de género y diversidad”.
Para finalizar, Franchi reflexionó: “Todavía queda mucho por hacer. Para ello, necesitamos educar, generar conciencia, realizar acciones afirmativas, crear normas, vigilar su cumplimiento y monitorear resultados. Tenemos que promover de manera particular el ingreso y desarrollo de mujeres en áreas con infrarrepresentación de las mujeres, como ingenierías (en especial ingeniería informática), tecnología, física y matemáticas. Entonces, es mucho lo que falta para que varones y mujeres tengan iguales oportunidades en sus carreras, lo que no resultará posible sin cambios que garanticen las voces, las contribuciones y la excelencia de las científicas asciendan a la cima de las agendas políticas, de la investigación y de la sociedad civil. Y acuérdense que no hay doctorado que te salve del patriarcado, así que la tenemos que seguir todas y todos juntos”.
Nudos y redes: estrategias feministas para pensar el conocimiento
Por su parte, María Pía López, socióloga y ensayista, comenzó su presentación al expresar: “Voy a partir desde las ciencias sociales que es mi terreno de investigación y docencia y también desde una perspectiva latinoamericanista”.
López, remarcó que siempre que se habla de la producción de conocimiento no se habla de categorías universales. “Abordar estas cuestiones siempre exige la idea de un conocimiento situado como la idea de la reflexión crítica sobre las propias condiciones de esa enunciación”, sostuvo la ensayista.
Luego de retomar una frase de Franchi, quien sostuvo que no hay doctorado que te salve del patriarcado, la ensayista sostuvo que “tampoco hay militancia feminista que nos salve del patriarcado cuando el patriarcado actúa en nosotras también”.
Al continuar con su exposición, remarcó: “Tenemos que tener presente que se estructura sobre una lógica de desilguadades que son complejas y que hace el sistema y que en nuestros países de América Latina no son ajenas a la experiencia colonial. Es decir, somos parte de una experiencia sensible, de una trama social, desconocer que había un saber en juego y desconocerlo como tal. Esa experiencia colonial no deja de estar presente y se replica en muchas situaciones”.
Finalmente, la socióloga comenzó su reflexión trayendo una cita de Yuderkys Espinosa, filósofa feminista anticolonial de República Dominicana, que dice que ´la experiencia de ser mujer se da siempre en forma social e históricamente determinada´. “Esto me parece que tenemos que tenerlo presente para pensar que aún en nuestras experiencias que organizan nuestra posición desigual de género en todas nuestras trayectorias intelectuales y profesionales cómo funcionan ahí también los otros pliegues de desigualdad, cómo funcionan la diferencia entre habitar en una provincia o habitar en el centro, la diferencia entre habitar un país periférico o un país central pero también las diferencias de clase y de racialización de las personas que entran a las universidades y al sistema científico. Me parece que una acción es discutir el regimen de clasificación en todas sus dimensiones nos permitiría llevar con más profundidad esa crítica adelante y esa reflexión crítica no como algo que es ajeno a nuestros modos de conocer o una observación posterior sino la reflexión crítica como el pliegue necesario e imprescindible de todo nuestro conocer, de nuestra posición en el mundo”.
La carrera científica mirada con la perspectiva del tiempo
Gloria Dubner, astrofísica del CONICET, inició su exposición al expresar que “las carreras científicas como la vida son impactadas por una variedad de procesos, relaciones humanas, circunstancias que se entrecruzan a lo largo de los años y recién podemos ver el resultado con el paso del tiempo. Y esas eventualidades pueden ser gratificantes, las que refuerzan la confianza o corrosivas, las que de a poco van desalentando”.
Según Dubner, la memoria importa y para ello, eligió revisar el pasado entrevistando a un grupo de mujeres científicas coetáneas con las que atravesó circunstancias históricas similares y las que tienen algún reconocimiento público “porque a nosotras nos miran todavía y tenemos que dar testimonio por aquellas que no tienen visibilidad, las que las circunstancias las alejaron de las metas o del país para salvar sus vidas o las que dejaron la ciencia por no poder seguir peleándola”.
Luego de conversar con varias colegas notó que había patrones que se repetían: “Hace falta el estímulo y los reconocimientos y que alguien certifique que estás bien, nos complicaron el camino las circunstancias políticas y económicas del país, las circunstancias laborales dramáticas y hacernos cargo de los cuidados de la familia”.
Y a modo de reflexión, sostuvo: “Lo que necesitamos las mujeres son políticas de Estado sostenibles a largo plazo. Por eso decía que es importante la memoria y que las jovenes lo sepan y que esas políticas tienen que reconocer el trabajo de producción de conocimiento con salarios competitivos y recursos adecuados para la investigación y que hace falta extender las políticas de apoyo para las tareas de cuidado. Es decir, lo que nos facilite los trabajo y sobre todo ahora a las nuevas generaciones que ya vienen con los varones más deconstruidos”.