Cuál es el avance real de la producción de cannabis en Argentina

Tres años pasaron desde que se aprobó en Argentina la ley 27.350, que regula la producción de cannabis. Aunque a la fecha solo existe un proyecto que muestra avances concretos, lo cierto es que en el último tiempo se han multiplicado las iniciativas vinculadas a este cultivo: desde la generación de saberes científicos hasta millonarias inversiones privadas, nadie quiere quedarse fuera de un fenómeno que resulta a todas luces imparable.

Mientras el gobierno nacional trabaja en un nuevo marco normativo, Agrofy News contactó a especialistas para analizar el presente y futuro de esta planta milenaria.

Una de las primeras acciones que se ejecutaron con la presidencia de Alberto Fernández fue la creación de una red de instituciones vinculadas al cannabis, dentro del ámbito del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). La iniciativa tuvo entre sus objetivos proponer una nueva reglamentación a la ley 27.350, que según se concluyó en ese organismo resulta muy limitada en sus alcances (por ejemplo, sólo permite su uso para casos de epilepsia refractaria, prohibiendo el autocultivo -incluso para fines medicinales-)

La red consensuó a mediados de año un texto que abre el abanico de patologías que pueden ser tratadas con la planta y permite la distribución de derivados como el aceite a través de farmacias. El documento está siendo analizado por las autoridades políticas, que se comprometieron a revisarlo pero ahora tienen sus prioridades puestas en la lucha contra la pandemia del coronavirus. Más allá de esto, desde el Conicet se siguió avanzando con otras iniciativas, como la puesta en marcha de un servicio de testeo de cultivos, que funcionará en el hospital El Cruce de Florencio Varela (en la provincia de Buenos Aires).

“A través de una unidad ejecutora especial, vamos a empezar a hacer control de calidad de los cultivos, tanto de producciones artesanales como de cualquier otro interesado. Es una visión del mal menor”, contó a este medio la coordinadora de la red Silvia Kochen, respecto del Servicio Tecnológico de Alto Nivel (STAN) de Control de Calidad de Cannabis.

Jujuy pica en punta

Entre los principales actores con participación directa en la mesa de discusiones se encuentra el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), responsable de aportar los saberes técnicos vinculados al cultivo. Carla Arizio integra el cuerpo de investigadoras del organismo y actualmente se desempeña como coordinadora del área de Evaluación y Desarrollo de Recursos Fitogenéticos del Instituto de Recursos Biológicos del INTA Castelar. En diálogo con Agrofy News, comentó cuál es el grado de avance de los diferentes proyectos.

“El INTA tiene aprobados cuatro grandes proyectos, de los cuales uno solo, ubicado en Jujuy, es el que tiene avances concretos. Es el único donde efectivamente hay plantas de cannabis cultivadas y autorizadas según la ley. Los otros están en etapas preliminares, aguardando las aprobaciones pertinentes de los ministerios de Salud y Seguridad”, comentó.

En efecto, el gobernador de Jujuy Gerardo Morales anunció recientemente que era "inminente" la producción del primer lote de aceite de cannabis realizado por la empresa Cannabis Avatara Sociedad del Estado, que opera en un predio de tres hectáreas de la localidad de Perico. "Estamos haciendo gestiones para obtener una nueva autorización que nos permita extender los cultivos sobre un terreno de 600 hectáreas.

Los otros tres proyectos estarán coordinados por los centros INTA de General Lamadrid, Castelar y Patagonia Norte (los dos primeros en provincia de Buenos Aires y el último en Neuquén). “Se está trabajando en las habilitaciones”, dijo Arizio, quien manifestó asimismo que el instituto está en diálogo con una decena de municipios, que también pretenden avanzar con cultivos públicos.

En un reciente artículo de opinión, el presidente de la Cámara Argentina del Cannabis Pablo Fazio consideró que Argentina tiene la posibilidad de generar 1.000 millones de dólares en exportaciones para los próximos diez años, en el marco general de un mercado global del cannabis que para 2024 ascendería a 62.700 millones de dólares anuales.